La Implantología Dental es una disciplina dedicada al reemplazo de piezas dentales mediante la colocación quirúrgica de un aditamento de titanio, que reemplaza la porción radicular de un diente para reponer en la zona afectada las piezas dentales perdidas.

Luis Amengual Peñafiel, odontólogo del Servicio Dental del HRA, es parte de un equipo de investigación internacional que está tratando de comprender las bases celulares y moleculares del proceso de oseointegración y, de paso, abrir un nuevo abanico terapéutico para la rehabilitación y regeneración del tejido oseo en otras partes del cuerpo humano, a parte de la zona dental.

Todo comenzó cuando Amengual fue becado EL 2015 por el Servicio de Salud de Antofagasta para cursar su especialidad en Implantología Bucomaxilofacial. Fue en esa instancia que se hizo la sencilla pregunta de por qué el hueso humano se fusiona con el titanio.

Por décadas la mayoría del mundo médico nunca se cuestionó mucho este proceso. Fue descubierto casi por accidentes en 1952, cuando el profesor sueco Per-Ingvar Branemark realizaba una investigación en conejos, a los cuales les colocó unas cámaras de titanio para estudiar la circulación sanguínea.
La sorpresa fue ver que al cabo de un tiempo, las cámaras se habían quedado completamente fijadas al hueso del animal: el titanio se había osteointegrado con el hueso.

Volviendo con Luis Amengual, preguntarse el por qué se produce este fenómeno lo llevó a una pequeña linea de investigación que interesó a un grupo de científicos suecos liderados por un discípulo del profesor Branemark ( el del accidente con los conejos y las cámaras de titanio).

Amengual, al igual que un puñado de clínicos e investigadores, postuló que la “aceptación” del titanio por parte del hueso humano tenía que ver con el sistema inmune. Con esto en mente, se preguntó si era posible estimular el sistema inmune y mejorar así la oseintegración.

Esta es la explicación sencilla, casi infantil, algo así como estimular el hueso para darle una mejor bienvenida al trozo de titanio.

En palabras más técnicas, Luis Amengual explica que se trata “del efecto de la mecanotrasducción en el entorno celular periimplantar, lo cual permitiría mejorar las condiciones del lecho receptor de implantes, semanas antes del procedimiento, con lo cual se podría mejorar el pronóstico de tratamiento de alta complejidad”.

“Durante los últimos años los estudios giraron en desarrollar las superficies de titanio, yo me pregunté qué pasaba si mejoramos el entorno celular antes de implantar el dispositivo”.
Pero en términos prácticos ¿cuales serían las implicaciones prácticas de esta investigación?. El odontólogo del HRA dice que no sólo mejoraría el tratamiento con los conocidos implantes dentales, también podría servir para la reconstrucción bucamaxilofacial en paciente complejos, como en secuelas oncológicas, la atención de patologías raras como la anononcia (personas sin dientes) e incluso en la traumatología tradicional en otras partes del cuerpo.

Este aporte nacional está plasmado en la investigación liderada por el Profesor Sueco Dr. Tomas Albrektsson de la Universidad de Gothenburg, miembro original del equipo de P.l Branemark que descubrió el fenómeno biológico de la oseointegración. Este estudio contó además con la participación de investigadores de la misma casa de estudios y la universidad de San Antonio Texas, USA.

El estudio expone la última evidencia sobre la relación entre la osteoinmunologia peri-implantar y la oseointegracion, con el objetivo de sentar la bases teóricas para el desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos inmunocentrados, especialmente para tratar casos de alta complejidad.

En el plano local, Luis Amengual, destaca que participar en investigaciones así, de nivel internacional, tiene un beneficio directo en la comunidad que se atiende en el Hospital Regional de Antofagasta. “Nuestros pacientes pueden estar confiados en que los tratamientos implantó-asistidos realizados en la unidad de implantologia oral del HRA, son realizados en base a la última evidencia disponible y con los mejores biomateriales existentes”, concluye.